Conocido por los alemanes como el “Demonio con Cola de Tridente”, el Lockheed P-38 era realmente un avión singular. De un extraño y al mismo tiempo sensual diseño, fue el único caza bimotor de una plaza, realmente exitoso de la segunda guerra mundial. Con muchas variantes, que incluían desde bombarderos, hasta versiones de reconocimiento fotográfico, era un aparato muy apreciado por aquellos que lo volaron.
El Lightning estuvo en acción, tanto en el frente europeo, como en el Pacífico, donde acumuló numerosas victorias contra los alemanes y los japoneses.
La Maqueta de Monogram.
Esta es realmente un clásico, la mía está fechada de 1964!!!!! Viene en un duro plástico de color plateado y con millones de remaches y líneas de panel en alto relieve. Recuerdo haber armado esta en el 1979 ó 1980 y me tardé demasiado en armarla (Casi dos días), la pinté con un spray plateado, le puse todas las calcomanías, cohetes, tanques de combustible y en ese momento era lo máximo que había armado. Una cosa no me gusto en ese entonces y era que no había manera de que se quedara en parada en sus tres ruedas, ya que la cola era extremadamente pesada. Para solucionar eso, recuerdo haberle pegado un pedazo de plástico transparente en la cola y listo!!!
30 años más tarde.
Sigo con la misma pasión y decidí hace como 2 semanas atrás, dejar a un lado las maquetas de alta calidad tecnológica como las de Tamiya y Hasegawa, para armar algo como en aquella época. Cuando le quité el plástico a la caja, fue como transportarme en una máquina del tiempo, corté las piezas principales y probé su encaje… era excelente!! Tiene una cabina muy detallada para su época y las piezas no tenían casi nada de “flash”, a diferencia de las reediciones posteriores.
Las calcas estaban dañadas por el tiempo y no servían para nada.
Las transparencias no eran muy claras y necesitaron un baño en cera Future para aclararlas un poco. La cabina la conforman cinco piezas transparentes que no coinciden… las pegué para lograr algo aceptable. Esta es la única área que me dio problemas con la maqueta.
Lo armé con mucho cuidado, iniciando un viernes en la noche, pensando en pintarlo en metálico. Recordando por experiencia que el P-38 es muy pesado en la parte trasera, le puse una cantidad indecente de perdigones de plomo en la nariz y en cada uno de los motores. Logré al fin conseguir que se mantuviese en sus tres ruedas y aún así, si le toco la cola, el avión se va de espaldas
Un detalle es que en aviones de dos colas como el P-38 o el Vampire, se producen dolores de cabeza, solamente alineando las mismas. Para mi sorpresa, el diseño de la maqueta no permite errores en este sentido, siempre que se tomen los cuidados de pegar todo como va.
Para el día siguiente todo estuvo armado, no sé si fue el entusiasmo o el aburrimiento, pero lo acabé en tiempo record.
El domingo en la mañana, me doy cuenta que no tengo pintura Alclad para metalizados y me decido pintarlo en el esquema europeo de gris con verde oliva. Cuando termino, me parece como que le falta algo para hacerlo interesante y se me ocurre pintarle las bandas de invasión del día D, algo que nunca había hecho antes. Descubro que a esta escala, las bandas miden ½ pulgada cada una y son cinco, tres blancas y dos negras; mido 2 ½ pulgadas y enmascaro con cinta adhesiva y rocío el color blanco, enmascaro de nuevo y rocío el negro…. Sorpresa, todo quedo increíble como ven en las fotos. Algo que parece tan difícil como las bandas de invasión, realmente no lo es. Estoy contento con el resultado... parece una especie de abeja en blanco y negro.
Calcas…. Hmmm el esquema escogido era bastante común y de seguro hubieron cientos de aviones pintados de manera similar, así que decido inventarme uno (como quiera nadie se daría cuenta!!) y me encuentro unas calcas de P-47 que me sobraban, de ahí sale el arte de la nariz (Tot’s Terror)…. Necesitaba algo más para mi avión ficticio y le coloqué muchas banderitas de victorias sobre aviones alemanes, para convertirlo en la montura de un as.
Monogram hacía muy buenas maquetas y lo más importante es que a pesar de ser tan viejas, sobrepasadas por las maravillas de los fabricantes japoneses y chinos, eran sorprendentemente fieles a los originales de tamaño completo.
En la próxima entrega, les traeré un Me-262 de Monogram, que tengo guardado hace tiempo, para continuar con esta etapa de maquetas clásicas.
El Lightning estuvo en acción, tanto en el frente europeo, como en el Pacífico, donde acumuló numerosas victorias contra los alemanes y los japoneses.
La Maqueta de Monogram.
Esta es realmente un clásico, la mía está fechada de 1964!!!!! Viene en un duro plástico de color plateado y con millones de remaches y líneas de panel en alto relieve. Recuerdo haber armado esta en el 1979 ó 1980 y me tardé demasiado en armarla (Casi dos días), la pinté con un spray plateado, le puse todas las calcomanías, cohetes, tanques de combustible y en ese momento era lo máximo que había armado. Una cosa no me gusto en ese entonces y era que no había manera de que se quedara en parada en sus tres ruedas, ya que la cola era extremadamente pesada. Para solucionar eso, recuerdo haberle pegado un pedazo de plástico transparente en la cola y listo!!!
30 años más tarde.
Sigo con la misma pasión y decidí hace como 2 semanas atrás, dejar a un lado las maquetas de alta calidad tecnológica como las de Tamiya y Hasegawa, para armar algo como en aquella época. Cuando le quité el plástico a la caja, fue como transportarme en una máquina del tiempo, corté las piezas principales y probé su encaje… era excelente!! Tiene una cabina muy detallada para su época y las piezas no tenían casi nada de “flash”, a diferencia de las reediciones posteriores.
Las calcas estaban dañadas por el tiempo y no servían para nada.
Las transparencias no eran muy claras y necesitaron un baño en cera Future para aclararlas un poco. La cabina la conforman cinco piezas transparentes que no coinciden… las pegué para lograr algo aceptable. Esta es la única área que me dio problemas con la maqueta.
Lo armé con mucho cuidado, iniciando un viernes en la noche, pensando en pintarlo en metálico. Recordando por experiencia que el P-38 es muy pesado en la parte trasera, le puse una cantidad indecente de perdigones de plomo en la nariz y en cada uno de los motores. Logré al fin conseguir que se mantuviese en sus tres ruedas y aún así, si le toco la cola, el avión se va de espaldas
Un detalle es que en aviones de dos colas como el P-38 o el Vampire, se producen dolores de cabeza, solamente alineando las mismas. Para mi sorpresa, el diseño de la maqueta no permite errores en este sentido, siempre que se tomen los cuidados de pegar todo como va.
Para el día siguiente todo estuvo armado, no sé si fue el entusiasmo o el aburrimiento, pero lo acabé en tiempo record.
El domingo en la mañana, me doy cuenta que no tengo pintura Alclad para metalizados y me decido pintarlo en el esquema europeo de gris con verde oliva. Cuando termino, me parece como que le falta algo para hacerlo interesante y se me ocurre pintarle las bandas de invasión del día D, algo que nunca había hecho antes. Descubro que a esta escala, las bandas miden ½ pulgada cada una y son cinco, tres blancas y dos negras; mido 2 ½ pulgadas y enmascaro con cinta adhesiva y rocío el color blanco, enmascaro de nuevo y rocío el negro…. Sorpresa, todo quedo increíble como ven en las fotos. Algo que parece tan difícil como las bandas de invasión, realmente no lo es. Estoy contento con el resultado... parece una especie de abeja en blanco y negro.
Calcas…. Hmmm el esquema escogido era bastante común y de seguro hubieron cientos de aviones pintados de manera similar, así que decido inventarme uno (como quiera nadie se daría cuenta!!) y me encuentro unas calcas de P-47 que me sobraban, de ahí sale el arte de la nariz (Tot’s Terror)…. Necesitaba algo más para mi avión ficticio y le coloqué muchas banderitas de victorias sobre aviones alemanes, para convertirlo en la montura de un as.
Monogram hacía muy buenas maquetas y lo más importante es que a pesar de ser tan viejas, sobrepasadas por las maravillas de los fabricantes japoneses y chinos, eran sorprendentemente fieles a los originales de tamaño completo.
En la próxima entrega, les traeré un Me-262 de Monogram, que tengo guardado hace tiempo, para continuar con esta etapa de maquetas clásicas.
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