Avión de despegue vertical y corto, que cobró fama en 1982 en la guerra que se libró en las Islas Malvinas. Conocido por los argentinos como "la muerte negra", estos aviones lograron la superioridad aérea que permitió la victoria británica al otro lado del mundo.
La Maqueta de Tamiya.
Esta es obviamente una de las más viejas de este fabricante japonés y su calidad no es la de las maquetas actuales. El problema no es el panelado positivo; es un conjunto de cosas que la hacen poco agradable.
No me gustó el hecho de que las puertas de acceso de aire vienen cerradas, tuve que cortarlas. Los detalles de la cabina y el asiento eyector son pésimos, tuve que sustituirlos por un set de fotograbados de Eduard. Las toberas laterales vienen en dos partes y esto nos trae una horrorosa línea de union que es imposible de borrar.
Viene con un compartimiento que se supone debemos dejar abierto para visualizar el motor, y este no coincide con ninguna línea de panel conocida; de igual manera, este compartimiento no se puede esconder, a menos que se utilice una tonelada de masilla. Los pods Aden de armas, no vienen ni siquiera perforados y tienen una forma incorrecta.
Esta es de esas maquetas que dejan un sabor agridulce al terminarlas, pero parece un Harrier cuando se completa.
Está pintada con colores de Model Master, rociados con aerógrafo Badger 150. El esquema utilizado es el que tenían estos aparatos al ser embarcados hacia Argentina.
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